Bueno, despues de tan profundos posts lanzados ultimamente, supongo que os tengo que dar la ración de historias truculentas que venis buscando, esta historia me la contaron y puedo asegurar que la fuente es absolutamente fidedigna, y es sobre un tio que se partió la polla.
Nota para gente sensible (Suet va por ti), no sigais leyendo.
El caso es que había una enfermera, en una consulta, llaman a la puerta, entra un chico y lo primero que pregunta:
-¿No puede atenderme un chico?.
- No, mire no puede.
- ¿Puedo cerrar la puerta?
- Sí, claro
Total que el hombre se sienta en la camilla y la enfermera pregunta:
- ¿Bueno, qué le sucede?.
- Es quee.... me promete que no se va a reir...
- Sí, no puedo reirme
- ¿De verdad?
- De verdad
- Es queee... me he partido la polla
- ¿Cómo? - dijo la enfermera, mientras estallaba en carcajadas-
El caso es que cuando pudo sobreponerse, procedió a mirar el asunto, efectivamente, el miembro estaba partido, y la sangre se había quedado conecntrada en esa zona, dandole un tono completamente morado al asunto, y encima no tuvo mejor idea que probar la teoría de los vasos comunicantes, así que subía y bajaba los testiculos haciendo que la sangre se moviese.
El caso es que ahí entró hasta el apuntador (en cuanto a personal médico), hasta que llegó el urólogo, y hubo dos preguntas:
¿Cómo?
Al parecer el tío, se había quedado solo en su casa, y había estado con la novia. Hicieron el helicoptero (el tio tumbado, se la mete a la tia y la tía gira), pero al revés, es decir con el tio encima, el caso es que con el giro, los músculos se rompieron (joder imaginaos es como bailar break dance encima de la polla). Aquello había sido la noche anterior.
¿Por qué no había ido antes?
Nuestro entrañable amigo (despues de todo lo que sufrió, si le llegase a conocer le invitaría a unas cañas, así que para mi ya como si fuese mi amigo), esperó tanto, con la esperanza de que se solucionase solo, por la tremenda verguenza que le daba ir.
Sucedió entonces que bajó el urólogo, y como quien simplemente ve una espinilla, o un simple moraton dijo, eso... un pinchazito y se drena, la enfermera solo pudo responder:
- Un pinchacito... ¿Dónde?.
Tras indicarle el lugar, se drenó la sangre al chico, y por lo que sé, se le salvó el invento.
Así que chavales ya sabeis, nada de helicopteros a la inversa, que es peligroso.
Salud