1 de Marzo 2004

Hijo puta

Este mail lleva rulando mucho tiempo por internet, para quienes no lo habeis leido, o lo perdisteis, lo dejo aquí, la verdad es que es muy divertido.

El Hijo Puta
Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando me acordé
que tenía que llamar por teléfono a un compañero. Descolgué el
auricular y marqué el número
de memoria.
Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo:
"¿Qué quiere?".
"Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto Espárrago?"dije
amablemente.
"Te has equivocado, gilipollas", me respondió y acto seguido colgó.
No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi agenda para
buscar el
número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me había
equivocado. Pero como aún
recordaba el número "erróneo" que había marcado anteriormente,
decidí volver a llamar a aquel tipo y
cuando me cogió el teléfono no esperé a que contestase y le dije:
"Eres un hijoputa", y colgué rápidamente.
Inmediatamente apunte aquel número en mi agenda junto a la palabra
"hijoputa".
Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado (porque me
llegaba una
letra inesperada, o un
aviso de multa, o discutía con mi mujer, o alguna situación por el
estilo)
volvía a llamarlo y sin
dejarle contestar le decía:
"Eres un hijoputa".
Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía sentirme mucho
más
relajado.
Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de
identificación de llamadas, lo
cual me deprimió un poco porque tuve que dejar de llamar al
"hijoputa".
Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: marqué su número de
teléfono
y cuando escuché su voz
le dije:
"Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver
si
conoce nuestro servicio de
identificación de llamadas".
"No" me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono.
Rápidamente lo volví a llamar y le dije:
"Eres un hijoputa".
Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una anciana
saliera
de la plaza de
aparcamiento del Hipercor. Esta lo hacía muy lentamente y cuando
terminó la
maniobra y me disponía
yo a ocupar la plaza libre, apareció un Golf GTI negro a toda
velocidad y se
metió en el hueco que
iba yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar:
"¡Eh, oiga!, ¡que estaba yo esperando!, ¡no puede hacer eso!".
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro
comercial
ignorándome como si no
me hubiera oído. Yo me quedé completamente frustrado y pensé: "Este
tío es
un hijoputa. El mundo
está lleno de ellos".
Justo en ese momento vi un letrero de "SE VENDE" en el cristal de
atrás del
Golf. Lógicamente anoté
el número y me fui a buscar otra plaza de aparcamiento.
A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del "hijoputa" y
me acordé
que había anotado el
numero del tipo del Golf. Inmediatamente le llamé y le dije:
"Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que se
vende?"
"Sí, yo mismo"
"¿Podría decirme donde puedo ver el coche?"
"Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de la Cruz
esquina con
Montesa, es un bloque
amarillo y el coche esta aparcado justo enfrente de la casa"
"¿Cómo se llama usted?"
"Enrique Juárez"
"¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir
los
detalles de la operación,
Enrique?"
"Pues yo suelo estar en casa por las noches".
"¿Puedo decirle algo, Enrique?"
"Si, claro"
"Enrique, eres un hijoputa de la hostia", y colgué el teléfono.
Inmediatamente después de colgar anoté el numero en mi agenda al
lado del
otro, pero en este puse el
nombre de "hijoputa II".
Ahora tenía dos "hijoputas" para llamar y así estuve durante dos o
tres
meses, llamando ahora a uno,
ahora a otro; hasta que comenzaba a aburrirme un poco. Me puse a
pensar en
serio sobre como resolver
este problemilla y al cabo de un par de whiskys se me ocurrió algo.
Primero
llamé al "hijoputa I":
"Dígame"
"Hola hijoputa" - pero esta vez no colgué.
"¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?"
"Si, hijoputa".
"Deja ya de llamarme o ..."
"Noooooo".
"Si supiera quien eres te rompía la boca", me dijo.
"Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a buscarme.
Vivo en la
calle Don Ramón de la
Cruz esquina Montesa, en un bloque amarillo, justo en la puerta
donde hay
aparcado un Golf GTI
negro, so hijoputa" -
"¡¡¡Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un hijoputa y ya
puedes ir
rezando todo lo que
sepas.Te voy a majar a hostias"
"¿Si?. ¡Que miedo me das, hijoputa!" y colgué el teléfono.
Inmediatamente llame al hijoputa II:
"Dígame"
"Hola hijoputa" y no colgué.
"Como te pille algún día..."
"¿Que me vas a hacer, hijoputa?"
"Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón
"¿Sí?, pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo voy hacia tu
casa" y
colgué.
Por ultimo, cogí el teléfono y llame a la policía. Les dije que
estaba en la
calle Don Ramón de la
Cruz esquina con Montesa y que iba a matar a mi novio homosexual en
cuanto
llegara a casa.
Luego hice otra llamada rápida a "Madrid directo" y les dije que
iba a haber
una pelea de pandillas
en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa. Y entonces me
monté en mi
coche y me fui para allá
a toda leche.
Te juro que es una experiencia que nunca olvidaré. La mayor pelea
que he
visto en mi vida.
Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo.
En fin, después de esto espero que cuando te llame por teléfono me
contestes
en tono amable.
"Ya sabes, no es bueno que yo me irrite."

<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 1 de Marzo 2004 a las 06:42 PM
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