Llevo tiempo pensando en este post, la verdad es que es algo triste y muy personal, pero me apetece contarlo.
¿Alguno recordais el día que os disteis cuenta que por el hecho de imaginar algo, por el hecho de tener un sueño este no tiene porque cumplirse?
Yo, sí lo recuerdo claramente, la verdad es que es una estupidez:
Fue en 3º de EGB, sí parte de mi formación fue en la EGB, luego la malvada ESO me atrapó. Estaba una tarde en mi casa, jugando cuando mi madre vino y me contó que uno de mis amigos del colegio había muerto de un ataque de asma aquella noche. Me costó entenderlo, sabía que mi amigo era asmático, de hecho recordaba cuando una vez en clase tuvo un ataque, la profesora no sabía que pasaba y a mi se me ocurrió sugerir que podía tener ganas de vomitar, sorprendentemente la profesora me hizo caso. ¿A quién coño se le ocurre hacerme caso?.
El caso es que ese día descubrí que mis sueños no tenían porque hacerse realidad, recordaba mis infantiles y tontas ensoñaciones en el que otros amigos él y yo eramos caballeros del zodiaco, o que conducíamos coches o cualquier otra cosa que a nuestra alocada imaginación se le ocurriese. Fue ese día, donde fui consciente de lo que la muerte suponía.
Eramos niños, lo superamos, y todos estos años he tenido a este amigo mio olvidado, sin echarle de menos, no fui a su funeral, no he ido nunca a un cementerio a visitarle, ni se en cual está enterrado, ni he recordado los buenos momentos con él, todo esto fue hasta hace poco, que vi a su hermana en un programa de la televisión de concursantes, parecía que estaba bien. Ahora estos recuerdos me acompañan y al menos quiero subsanar mi olvido, dejando constancia aquí para siempre, de lo importante que fue para mi este chico, aunque fuese de forma involuntaria.
Y desde aquí, quiero recordarle, ahora me pregunto ¿Cómo habrían sido las cosas, si hubiese seguido con nosotros? No lo sé.