1 de Junio 2004

Vendiendo el alma a satanas

Hoy he hablado con un amigo, bueno más que un amigo un conocido. Estuvimos tiempo en una asociación juntos, haciendo cosas, era un tipo a quien yo admiraba. Lo llamaba su malignidad y otras cosas.

Es un chico que milita en el PSOE, con una carrera política bastante brillante, ocupó cargos en juventudes mientras la edad se lo permitió y ahora ha conseguido un buen puesto en el partido (no doy datos porque tampoco quiero que nadie pueda averiguar quien es).

El caso es que en mi odisea con el tema del PSOE (resumiendo, por no volver a contarla por enésima vez intenté militar y no pude, estuvieron 9 meses dandome largas, hasta que los mandé a la mierda, por la multitud de enemigos que tenía dentro del partido ), el me propuso ayudarme, algo que yo educadamente rechacé, porque había algo que no me terminaba de gustar en todo aquello y porque no quería deber favores a nadie para militar en un partido.

Pues le he felicitado por ese puesto, y le he comentado que en mi opinión el proximo congreso federal del PSOE (el congreso es el máximo organo de direccion de un partido, en el caso del PSOE se hace cada 4 años, y ahí van en teoría representantes de todos los afiliados del partido para elegir al secretario general del PSOE), iba a ser un congreso a la Bulgara (se llaman así los congresos donde todo está atado y bien atado no existe debate y hay unanimidad) en torno a ZP y que lo que realmente hacía falta era una noche de los cuchillos largos en el PSOE, que si bien no acabase con zapatero, si acabase con todos los caciques del partido y los famososo barones. (algo totalmente utópico pero sería lo más sano)

Le comentaba también que desde su puesto podía aprovechar e intentar acabar con su cacique, y ante mi propuesta, entre risas me dijo que él ahora era partidario de este y que en parte había logrado aquel cargo por haberse amoldado a aquel bando. Tan solo hacía unos meses, tomando un café lo había puesto a parir, comentando anécdotas de métodos antidemocráticos usados, y cientos de chanchullos ante los que nadie se atrevía a chistar y todo ello lo hacía aparentemente tremendamente indignado.

Mi pregunta salió sola, quizas algo impertinente:
-¿Cómo no te mueres del asco?.
- ¿Asco? -preguntó él- es muy divertido. (O algo así)

Me he llevado una terrible decepción, y me he visto a mi hace un par de años, defendiendo lo que creía era justo, y me he imaginado como habrían sido las cosas de haber actuado como él, cerrando la boca, tragando mierda, y sonriendo a todos a quien en vez de eso ladré, gruñí y en algun caso creo que llegué a insultar, quizas ahora estaría en un puesto similar al suyo, a fin de cuentas fue él quien me dijo que tenía un futuro político muy prometedor, pero creo que no podría estar a gusto conmigo mismo de no haber actuado como actué.

Hace tiempo, que me di cuenta porque funciona el mundo de la política incluso el mundo en general así. Arriba están unos tipos los cuales reparten el pastel del poder, la riqueza... Ellos dicen lo que está bien y lo que está mal , quien traspasa la linea que ellos marcan, quien pregunta ¿Por qué?, o quien disiente de su forma de hacer las cosas se queda sin pastel, y como muy pocos están dispuestos arriesgar su trozo de pastel, todo sigue igual mientras tanto quien se amolda al jefe de turno va comiendo cada vez más pastel, con la esperanza de ser algun día él quien reparta el pastel, pero normalmente eso nunca sucede... y esa gente solo come migajas

Voliendo a la conversación con este chico pues supongo que incomodado por mis comentarios, decidió terminar la conversación y quedó en contarme más sobre el asunto de su elección, otro día, yo le dije:

El que, ¿Como le vendiste tu alma a satanas?

<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 8:28 PM | <__trans phrase="Comments"> (5)