Este post va dedicado a los que nos gusta jugar con fuego, no es el fuego de un mechero, ni el fuego que acaba con hectareas de bosque, es una metáfora sobre lo que supone ser alguien que tiene como divertimento hacer bromas sobre sus amigos
Juegas con fuego con una persona cuando la picas, bromeas con ella, te metes con ella de forma ingeniosa, pero sin mailicia. Hay personas que como dice mi madre "entran al trapo" y reaccionan de una determinada manera, se exaltan o se enfadan un poco.
El problema es que unas veces se las terminan tomando bien, se enfadan más o menos, pero luego puedes sonreir e incluso reirte (siempre con esa persona) y ahí se acaba todo, sin embargo hay una linea, que no se debe traspasar y por ello, antes de empezar a picar a alguien que te importa tienes que tener muy claro donde está su limite.Puedes jugar a quedarte lo más cerca de su limite si quieres, pero al menos debes saber donde está, incluso algunas veces lo transgredirás por un poco, a veces con ciertas dosis de picaresca no pasará nada.
Cuando sobrepasas el limite de una persona por mucho, la hieres, y lo que era un divertido juego, es ahora una amarga putada, que ha perdido toda su gracia y en la cual ya no hay risas, y por mucho que intentes explicar que solo era una broma, el daño ya está hecho.
Por eso, a todos vosotros, que sé que muchos sois unos y unas cabroncetes (es que cabroncetas queda como el culo, menuda chorrada es a veces la igualdad de género en el lenguaje) como yo, os invito a conocer los limites de quienes os rodean, para así evitar herirles y quitaros de problemas.
Salud