16 de Febrero 2005

El elefante y el circo

Hablaba hoy con Gorkamorka sobre el post de ayer y la razón por la que nadie se movilizaba ya, y es ahí cuando recordé una historieta sobre un elefante que vive en el circo, el todo poderoso google me ha proporcionado una página web donde estaba la historia completa.

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mi como a otros - después me enteré - me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente. ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a alguien por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si esta amaestrado... ¿Por qué lo encadenan?. No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvide del misterio del elefante, la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mi alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imagine al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiro y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

La historia ha salido de aquí


Con esta historia yo quería explicar que en el imaginario colectivo, se ha asentado una forma de pensar donde las cosas son así, porque sí, nos vienen dadas y no podemos hacer nada para cambiarlas. Desde pequeños nos anclan a la estaca de "ser personas de provecho". Nos meten el miedo de que tenemos que formarnos para tener un buen trabajo y sacar adelante una familia a la cual dar todo lo que quieran y necesiten, de superar a nuestros padres tener una casa mejor, más grande, dos coches, que nuestros futuros hijos puedan estudiar en las mejores escuelas, que tengan moto, ordenador, video consola todos los juguetes que puedan llegar a querer y muchas veces no nos cuestionamos nada, si el trabajo que escogemos es por vocación o por dinero, si queremos tener una familia o preferimos no traer a nadie más a este mundo, si no será mejor aspirar a una casa más modesta y vivir menos tiempo hipotecado o tener que trabajar menos, en definitiva como sería vivir sin esa cadena, no nos cuestionamos si puede existir una vida mejor, porque estamos tan aprisionados, que somos como el elefante... hasta que la cadena apriete tanto que nos ahogue, entonces claro que tiraremos y o la romperemos o moriremos estrangulados.

Salud!
MiChAeL


<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 16 de Febrero 2005 a las 03:54 PM
<__trans phrase="Comments">

Disiento.

El Elefante no se escapa porque sabe que, como de un paso más allá de lo que le está permitido, va a venir el celador, digo cuidador, con el chuzo eléctrico a ponerle los testiculos como las lucecitas de un arbol de navidad.

O porque ¿para que va a molestarse en escapar, si el mismo cuidador le da todo lo que necesita? Además, si se escapa sólo va a ser para sembrar el caos y la destrucción a su paso, en plan Godzilla, dejando tras su paso un reguero de sangre y lagrimas, tiernos infantes muertos en los brazos de sus sollozantes padres...

Hale, ahí tienes tu símil.

<__trans phrase="Posted by:"> Charles M. Towsend <__trans phrase="at"> 16 de Febrero 2005 a las 04:08 PM

Y ahí es cuando el elefante tiene que hablar con el león para soltarle también y que se coma al cuidador, mientras él acaba con los jodidos infantes que se han estado divertido a costa de su ausencia total de libertad, que es lo que realmente necesita un animal salvaje, además de comer una mierda de pienso que es lo que le da el cuidador, mientras el se atiborra gracias a lo que gana explotandolo.

El circo, es parte del problema también, es el culpable de que esté prisionero en vez de en su habitat natural.

<__trans phrase="Posted by:"> MiChAeL <__trans phrase="at"> 16 de Febrero 2005 a las 04:14 PM
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