7 de Marzo 2004

CARTA DE TERRY JONES (INTEGRANTE DEL GRUPO CINEMATOGRÁFICO MONTY PYTHON) , en "LONDON OBSERVER"

Hoy estoy vago, lo reconozco, es el fin del fin de semana y estoy mu perro y sin ganas de malgastar una buena idea (que la tengo), para un post que voy a escupir, más que escribir, porque no tengo ganas de escribir.

Así que buscando entre fotos de mi pc para poner algun post mutante, antiguos escritos mios publicados en otros sitios, además de otras mierdas que pueblan mi ordenador y que seguro son en parte responsables del lamentable estado en el que mi maquina se encuentra, he encontrado esta carta de Terry Jones, sobre la guerra de Irak.

Sé que muchos la habreis leido, pero aunque solo uno de quienes leais este post, no lo hicieseis vale la pena ponerla:


Estoy entusiasmado con la última razón que da George Bush para
bombardear Iraq: se le agota la paciencia. ¡A mí me pasa lo mismo!
Llevo un tiempo bastante cabreado con el Sr. Johnson, que vive dos
puertas más abajo.

Bueno: con él y con el Sr. Patel, que regenta la tienda de comida
naturista.
Los dos me miran mal, y estoy seguro de que el Sr. Johnson planea
algo horrible contra mí, aunque aún no he podido descubrir el qué.
He estado husmeando su casa para ver qué pretende, pero tiene todo
bien escondido. Así es de taimado. En cuanto a Patel, no me
pregunten cómo lo sé, el caso es que sé -de buena tinta- que en
realidad es un asesino en serie.
He llenado la calle de panfletos explicando a la gente que si no
actuamos primero, nos irá liquidando uno a uno. Algunos de mis
vecinos dicen que si tengo pruebas, que vaya a la Policía. Qué
ridiculez. La Policía diría que necesitan evidencia de un crimen del
que acusar a mis vecinos. Saldrían con interminables sutilezas y
objeciones sobre los pros y los contras de un ataque preventivo, y
mientras tanto, Johnson estaría finalizando sus planes para cometer
actos terribles contra mi persona, mientras Patel estaría matando
gente en secreto. Ya que soy el único de la calle con un arsenal
decente de armas automáticas, me doy cuenta de que es cosa mía
mantener la paz.
Pero hasta hace poco ha sido algo difícil hacerlo. Ahora, sin
embargo, George W. Bush ha dejado claro que todo lo que necesito es
que se me agote la paciencia, ¡y ya puedo tirar hacia delante y
hacer lo que quiera! Y reconozcámoslo, la política cuidadosamente
razonada de Bush con respecto a Iraq es la única manera de conseguir
la paz y la seguridad internacionales. La única manera segura de
parar a los terroristas fundamentalistas suicidas que amenazan a
EE.UU. y al Reino Unido es bombardear algunos países musulmanes que
nunca nos han amenazado.

¡Por eso quiero volar el garaje de Johnson y matar a su mujer y sus
hijos! ¡Ataquemos primero! Eso le dará una lección. Así nos dejará
en paz y dejará de mirarme de esa manera tan absolutamente
inaceptable.
El Sr. Bush deja claro que todo lo que él necesita saber antes de
bombardear Iraq es que Saddam es un hombre desagradable de verdad y
que tiene armas de destrucción masiva -aunque nadie pueda
encontrarlas-. Estoy seguro de que tengo la misma justificación para
matar a la esposa y a los hijos de Johnson, que tiene Bush para
bombardear Iraq. El deseo a largo plazo del Sr. Bush es hacer del
mundo un lugar más seguro, eliminando a los "estados peligrosos" y
al "terrorismo".
Una intención a largo plazo bien inteligente, porque, ¿cómo diablos
se sabe cuándo se ha acabado? ¿Cómo sabrá Bush cuándo ha acabado con
todos los terroristas? ¿Cuando todos los terroristas hayan muerto?
Pero un terrorista sólo lo es una vez que ha cometido un acto de
terror.

¿Qué pasa con los futuros terroristas? Ésos son los que realmente
hay que eliminar, porque la mayor parte de los terroristas
conocidos, como son suicidas, se eliminan ellos solos. ¿Será acaso
que el Sr. Bush necesita acabar con todos los que podrían, quizá,
ser futuros terroristas? ¿A ver si es que no puede estar seguro de
lograr su objetivo hasta que cada fundamentalista islámico esté
muerto? Pero resulta que algunos musulmanes moderados pueden
convertirse en fundamentalistas. Tal vez lo único seguro que quepa
hacer, según Bush, sea eliminar a todos los musulmanes.
Lo mismo pasa en mi calle. Johnson y Patel son sólo la punta del
iceberg. Hay docenas de personas en la calle a las que no gusto y
que -lo digo con el corazón- me miran muy mal. Nadie estará seguro
hasta que haya acabado con todos. Mi mujer me dice que a lo mejor
estoy yendo demasiado lejos, pero yo le digo que lo único que hago
es usar la misma lógica que el Presidente de los Estados Unidos. Con
eso le callo la boca.
Igual que le ocurre al Sr. Bush, a mí se me ha acabado la paciencia,
y si ésa es razón suficiente para el Presidente, también lo es para
mí. Le daré a la calle entera dos semanas -no, diez días- para que
salgan a la luz y entreguen a todos los alienígenas y piratas
interplanetarios, a los forajidos galácticos y a los cerebros
terroristas interestelares, y si no los entregan de buena gana y
dicen "gracias", bombardearé la calle entera. Tan sensato es esto
como lo que se propone George W. Bush. Y al contrario de lo que él
pretende, mi política sólo destruirá una calle.

<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 9:15 PM | <__trans phrase="Comments"> (2)