20 de Abril 2004

Historias de un Bar VI

Este es el penúltimo relato de historias de un bar, es uno de los más pastelosos y lo escribí completamente contra mi voluntad, yo le habría dado otro final, solo que como esto era por fascículos, los lectores me "obligaron" a este final.

Habían pasado ya varios días desde aquel incidente en el bar, desde que su padre había hecho acto de presencia en su lugar de trabajo, en su refugio y desde que Miriam, amiga suya y novia de Javier, su jefe, le hiciese recapacitar sobre lo sucedido. Recordada como el chaval con el que estaba tonteando, por simple diversión, se había escabullido en vez de defenderla y como antes de que ella siquiera llamase con la mirada a Santi, él había aparecido.

No sabía que hacer, estaba hecha un lío, quería muhísimo a Santi, pero temía perderle, por su mente revoloteaba una frase que una vez vio en un libro "Más vale arrepentirse de amar que de no haber amado". Siguió meditando y echando cuentas de sus sentimientos.

Para Santi también pasaron los días, pensaba en lo que había sucedido y en si había hecho algo mal, fue desglosando sus actos y analizandos metódicamente, poco a poco en su mente se fue formando una conclusión, Marta tenía mucho miedo, mucho miedo de sufrir más daño, mucho miedo de perderle y quedarse casi sola en un momento tan dificil.

Tras llegar a esa conclusión su móvil sonó, cogió el telefono, era Marta:
- Hola Santi, esta tarde no tengo nada que hacer, ¿te apetece ir al cine?.
Una sonrisa apareció en la cara de Santi y su coracón comoenzó a latir con rítmo acelerado como un caballo desbocado.
- ¿Claro, a las 7? -respondió él-
- Perfecto.

Clogó y una sonrisa mucho más amplia se alojó en su cara.

Llegó a las siete menos diez al cine, esperó solo 5 minutos ya que Marta también llegó pronto. Santi, como de costumbre, no la dejó pagar, lo cual produjo el tipico "enfado" de ella:
-Eres un cabezón y te encanta salirte siempre con la tuya.
- Ya sabes que sí -respondió él-.

Entraron al cine, la película comenzó, tdoo era normal hasta que a mitad de pelicula, Marta se recostó sobe Santi, unos largos minutos después, susurró al oido de este:
- Con tranquilidad, poco a poco, porfavor.

Santi se quedó desconcertado, no sabía a que se refería, la verdad es que era la vez que más cerca había estado de ella en batante tiempo, pero sus dudas se disiparon cuando Marta besó suavemente su cuello. Así pasaron la pelicula ella, acostada sobre su pecho mientras él alternaba su disipada atención a la pelicula por lo sucedido y ella, a la cual de vez en cuando dedicaba caricias y estas eran correspondidas por leves mordisquitos en la mano.

Al salir del cine todo volvió a la normalidad, no estaba distante pero no era lo mismo que en el cine, cenaron pizza, volvió a pagar él por último el joven la acompañó a casa. Se despidieron con un abrazo, Marta sonrióy entre susurros dijo:

- Te quiero, pero tengo miedo, mucho miedo, por favor llevemos esto despacio y ayudame a perderlo.


Él la besó en su nariz, aunque sabía que la hacía muchas cosquillas, ella le miró a los ojos, se abrazó más fuerte a él y luego se separó, subiendo las escaleras sin mirar atrás.

Santi volvió a casa, estaba feliz, por fin tenía aquella oportunidad y no le importaba tener que ir despacio, lo verdaderamente importante para él es que y a estaba en camino aunque el peso de la responsabilidad, le hacía estar algo preocupado.

Le costaba dormir a causa de la excitación y durante aquel insomnio recibió un mensaje al móvil que rezaba así:
"Buenas noches mi niño, descansa, te quiero".
Con esas palabras en su mente se quedó dormido como un bebe, con una sonrisa de oreja a oreja.

<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 11:32 PM | <__trans phrase="Comments"> (3)