13 de Abril 2004

Historias de un bar V

Con todos vosotros la 5ª parte de este relato. En esta se añade una nueva linea argumental, lo he retocado un poco y revisado, hay alguna cosilla cambiada con respecto al original pero muy leve, sobre todo expresiones.

Para los que os engancheis ahora a esta historia, os recomiendo encarecidamente que os leais los anteriores para que podais entender la historia.

Y bueno, como nota informativa, el blog ha pasado de los 200 comentarios. 87 posts escritos por mi y 203 comentarios, muchisimas gracias a todos.

La noche, su cálido manto arropaba a Alberto, en la terraza observaba las estrellas mientras sus pensamientos se arremolinaban en su mente, formando una tea de araña que escondía la solución. Alberto era un chico alto, de más o menos metro ochenta y cinco, rubio y ojos marrones, pertenecía a una familia de clase alta.

En su mente estaba lo que sucedió durante la cena, cuando soltó la bomba de que quería estudiar la diplomatura de trabajo social, su padre se había enfurecido, él quería que Alberto estudiase administración y dirección de empresas y cuando se dio cuenta que su hijo rompía todos los esquemas que había hecho sobre su vida lo cólera explotó en él y dijo:

- ¿Cómo? ¿Para qué quieres hacer esa mierda de carrera?, ¿Para morirte de hambre?
Alberto lo miraba, aguantando, soportando, hasta que finalmente con voz pausada y tranquila dijo:

- Es algo que me gustaría hacer en mi vida, el trabajo que me llenaría y me haría feliz.
- Un trabajo no te tiene que hacer feliz, te tiene que dar para vivir y mantener a tu familia, y siendo una mierda de trabajador social no vas a vivir como vives ahora. Y ni se te ocurra que podrás recurrir a mi cuando te mueras de hambre. - respondió su padre-

Alberto había tenido ganas de responder, pero en el último momento vio que no merecía la pena, simplemente cuando terminó la cena subió a la terraza a pensar.

Pensaba en lo que le habían dicho, el miedo le atenaza, no sabía si su padre tenía razón que se iba a morir de hambre y por ello iba a ser un amargado, él quería creer que no pero dentro de él la duda, la duda le corroía.
Por otro lado observaba las razones por las que quería dedicarse al trabajo social. Él se relacionaba con gente de todas las clases; los cuales muchos tenían o habían tenido problemas. No era por lástima ni pena por ellos sino porque les había visto pasarlo mal y él con sus problemas, que tampoco habían sido pocos, lo había pasado mejor, y por ello sentía una deuda no sólo con sus amigos sino con la sociedad y en su interior algo le indicaba que era el camino que quería seguir.
Se fijó en gente como Marta, Javier o Antonio, todos habían tenido sus problemas, todos por suerte en un momento dado había encontrado a alguien que los ayudase y Alberto que en alguna ocasión había colaborado sin protagonismo alguno, como a él le gustaba se dio cuenta que eso lo llamaba y lo alegraba. Alberto se fue a dormir después de ese periodo de reflexión.

Al día siguiente fue a clase, sus profesores decían que no rendía lo suficiente para un chico de su capacidad, él creía conocer la respuesta, además de ser bastante vago, no tenía un objetivo ni una meta clara yo que no sabía que carrera iba hacer. ¿Haría lo que él quería o lo que su padre quería?.

Por la tarde-noche se dirigió al bar, entro en él y se dirigió a Javier:

- Muy buenas caballero, ¿Cómo estamos?
- Bien con bastante curro, pero bien menos mal que la niña - refiriéndose a Miriam- me echa una mano
Miriam sonrió a modo de saludo desde detrás de la barra y deposito un beso en el cogote de Javier lo cual produjo una amplia sonrisa en su rostro.

-Oye, Miriam - dijo Alberto- ¿Qué tal está Marta? ¿Y su madre?
- Pues bien ahora vendrá marta a currar, creo que ya se han mudado al piso nuevo
- De puta madre fue la respuesta de Alberto

En ese momento Marta entraba en el bar.
Alberto sonrió al verla y la saludó:
-¿Qué tal preciosa? -dandole dos besos-
- Bien bastante bien - respondió con una sonrisa-
- Ya sabes que para cualquier cosa que necesites me das un toque ¿oki?
- Oki, respondió ella con otra dulce sonrisa

Marta se metió tras la barra y al ver aparecer a Santi sonrió y le lanzo un beso.

La noche transcurría con relativa normalidad, Alberto estaba hablando con unos amigos, comentándoles sus ralladas sobre sus estudios cuando uno dijo:

- Pero tío, no te preocupes, tu papá te echufará en su mega empresa y chimpun, pero si además estas forrado no se de que te preocupas. – dijo un “amigo”-
Alberto se cabreó, frunció el ceño y respondió:
- Estoy hasta los huevos, me juzgáis por la pasta que tengo o mejor dicho que tiene mi viejo y quitáis importancia a mis problemas, estoy cansado, yo no os juzgo por las pasta que tenéis, simplemente sois mis amigos. Por si os interesa, quiero hacer trabajo social ya me contaréis en que me va a enchufar mi viejo.
Los demás se quedaron callados sin saber que decir.

En ese tiempo un pavo se acercó a tontear con Marta, ella le daba bastante coba, Santi estaba poniéndose de muy mal humor, desde un rincón observaba todo, frustrado, sin poder hacer nada. Javier se le acercó, de camino a recoger unos vasos y le dio un golpecito.
- Tranquilo, si realmente te quiere será cuestión de tiempo que estéis juntos.

La noche prosiguió y parecía que iba a ser normal, como todos los días, pero a las tres de la mañana un hombre entró en el bar. Desentonaba, andaba por los 50 años y olía mucho a alcohol, era alto y fuerte y su cara era una mascara de furia e ira, era el padre de Marta. Santi estaba hablando con Javier y Alberto seguía la conversación con sus amigos.
El hombre fue a la barra:
- Hijita hijita, sirvele una copa a tu papaito.
Marta se volvió y se puso a temblar, estaba ahí, su peor pesadilla estaba delante, en sus narices.
- ¿No me has oído?, que me sirvas una puta copa carajo - dando un fuerte golpe a la barra.
En ese momento, se hizo el silencio en el bar, el chico que tonteaba con ella, lejos de defenderla, se escurrió como una sabandija.
Miriam que también estaba en la barra cogió la mano de Marta la cual estaba a punto de llorar.

-Sírveme de una puta vez, guarra, ¿es qué no te enseñé a respetar a tu padre?.
En ese momento, Santi observó la barra y vio a aquel hombre, y avisó a Javier.
Javier por su parte hizo una seña a Alberto, los tres se dirigieron hacia la barra llegando justo a tiempo cuando el padre de Marta intentaba agarrarla. Alberto y Javier "acompañaron" al hombre fuera.

Mientras Santí entró a la barra y abrazó a una Marta sollozante:
- Ya, ya, se ha ido, tranquila, estamos aquí.

Así se tiró un buen rato, después, ella secándose las lagrimas dijo que tenía que volver a trabajar una punzada penetraba a Santi en su estómago, se volvía a alejar de él.

Fuera, Alberto y Javier, tras echar al padre de Marta charlaban:
- Buf tío, algunas cosas son muy duras.
- Si, por desgracia la mierda abunda.
- Por eso, no sé me gustaría estudiar trabajo social, pero mi padre está con que si me voy a morir de hambre, que si no tiene futuro, y la verdad me tiene muy acojonado, no quiero amargarme, y las dos opciones se me presentan mal
- - Mira Alberto, tienes que hacer lo que te guste -dijo Javier-, dedicarte a ello y será lo que te hará feliz, no eres un tipo materialista, las pelas para ti no son lo primero.
-¿Y si me equivoco al elegir?- respondió Alberto.
- Tendrás tiempo para rectificar y sino siempre podrás currar aquí en el Bar. –respondió con una sonrisa-
Alberto le dio la mano a Javier mientras le decía:
- Muchas gracias tío, necesitaba hablar con alguien
- Un placer, para eso estamos.

Miriam tras la barra servía copas junto con Marta, después de un rato se acercó y la dijo.

- Hoy deberías haber comprobado quien te quiere y quién estará contigo - dijo mirando a Santi-, deberías darle una oportunidad.
- Miriam, sabes lo que pienso del tema, lo hemos hablado muchas veces, que temo perderle como amigo y no sé, después de todo lo que ha pasado me da miedo tener una relación.
- Quien no arriesga no gana, y distanciándote de él, lo perderás igualmente, alguna lagarta se lo llevará cuando este débil - dijo Miriam, esto ultimo entre risas -.

Esta vez fue Marta quien no dijo nada.

<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 9:31 PM | <__trans phrase="Comments"> (9)

Cagada

Sin prejuicio de que esta noche ponga el siguiente de historias de un bar, os dejo con una divertida imagen para alegraros el día:

cagada.jpg

<__trans phrase="Posted by"> Michael <__trans phrase="at"> 1:26 PM | <__trans phrase="Comments"> (0)