Los que leeis habitualmente este blog sabeis que no soy aficionado a contar cosas personales en el weblog, pero esto es algo que no sé porque necesito compartir.
Es un sentimiento que tengo hacia mis padres, y no, no es sexual así que los que solo leais esto por morbo, siento decepcionaros.
Anoche mis padres me dijeron que se iban de viaje, y me sentí bien alegre. Hasta ahí todos estaremos de acuerdo en que es normal, un fin de semana solo, con la casa para mi ya que mi hermana está de viaje.
El problema, lo que me resulta preocupante, aunque ya debería ser normal es que me sintiese aliviado cuando mi padre me dijo, que no nos veríamos ya hasta el domingo. No me alegré, no, no sentí alivio de no tener que comer hoy ni con él ni con mi madre.
Creo que ilustra demasiado bien mi situación y mi relación familiar.
Como añadido, la vecina ha venido a decirme que uno de nuestros aspersores estaba empapando su jardín he tenido que llamar a mi madre. Mientras lo hacía, descubría que no conseguía aguantar el hablar con ella, y que solo por el mero hecho de hacerlo me estaba poniendo de mala leche,también es que mi madre no es una persona de fácil conversación te corta constantemente y siempre lleva razón.
En fin, la verdad es que este sentimiento respecto a mi familia, me lleva acompañando mucho tiempo, y no sé si me debería sentir así.
En clase, de derecho del trabajo hemos estado dando las empresas de trajo temporal. En la teoría suenan muy bien, incluso aparentemente cumplen una función muy importante en la economía. Pero como siempre... en estos inventos liberales, todo se queda en la teoría
La ley dice que las Empresas de Trabajo Temporal (ETT a partir de ahora), sirven para proveer de trabajadores temporales a una empresa en los siguientes supuestos:
- Por Necesidades de producción (por ejemplo la campaña de nvidad en unos grandes alamacenes)
- Contratos por obra o servicio (las campañas de tele marketing)
- Suplencias mientras algun trabajador disfruta de una reserva de plaza (por ejemplo un permiso de maternidad), o porque en ese momento se esté alizando el proceso de selección para ese puesto.
La contratación es un poco liosa, la ETT contrata al trabajador y mediante un contrato especial (llamado de puesta a disposición) lo cede a la empresa (que se llama empresa usuaria). Por desgracia, si os dais cuenta, y si se respetase realmente la normativa, los trabajadores de ETT no deberían estar peor que otros, sin embargo tienen salarios más bajos (cosa que según mi profesora va contrla ley), y con el abuso que hay esta figura es ahora el exponente de la más rancia y moderna explotación dentro del mundo desarrollado.
En teoría para impedir el abuso de la contratación de temporales la ley, impide contratar trabajadores de ETT si en el último año se despidieron de forma improcedente, o se hicieron despidos colectivos en esos puestos de trabajo que ahora se pretende cubrir con este tipo de trabajadores, también impide que si en los 18 ultimos meses esos puestos fueron cubiertos por trabajadores de ETT por un periodo de tiempo superior a 12 meses de forma continua o discontinua.
Por desgracia muchas empresas encuentran huecos a la normativa y además su cumplimiento está vigilada por los representantes de los trabajadores que muchas veces o tienen miedo, o están conchabados con la propia empresa.
Y así tenemos muchos trabajadores sub pagados, con pocos o ningún derecho, en definitiva en una situación de precariedad inadmisible, en un verdadero estado democrático, social y de derecho.
Le planteaba a mi profesora, que una solución sería crear alguna especie de ETT pública. O dotar de mayores recursos a las bolsas de empleo público, para que puedan competir, de verdad, con estas empresas y ofrecer así un servicio de calidad a los trabajadores ,protegiendoles de la explotación a los que muchos se ven sometidos ,sin descuidar una necesidad real para la economía. (No me reifero a la flexibilidad laboral, sino a la cobertura de puestos verdaderamente temporales)
La semana pasada puse la primera parte de este relato, y como parece que a nadie le disgustó, pues os pongo la segunda parte, os invito a leer el de la semana pasada, si no lo hicisteis, porque si bien para entender este no hace falta haber leido el anterior, más adelante será necesario para entender la historia.
Dolor, unas lagrimas surcaban las cuencas de los ojos que comenzaban a tomar un ligero tono amoratado, unos gritos apagan el sonido del llanto:
- Esta es mi casa y vais a respetarla, mientras, se oía un duro golpe, y otro llanto se unía al de Marta.
Era el de su madre, que consiguió que el suyo se intensificase, momentos después,silencio, el sonido del lloro entreahogado de Marta se oía en la habitación y no se apagó hasta que de puro agotamiento se quedó dormida. A la mañana siguiente no fue a clase, el cansancio de una noche sin sueño y el tono morado de su ojo consiguieron disuadir a su madre de obligarla a ir, sin embargo si salió por la noche, vestía una falda negra, un top también negro todo ello conjuntado con una camisa blanca que hacía un bonito contraste, además de ocultar los moratones de la espalda y los brazos. Extendió mucho maquillaje por su cara, para disimular las marcas de su cara, ya siempre quedaba perfecto, habían sido tantas veces, tantas borracheras, tantas palizas, que ocultar un moraton ya no tenía secreto alguno.
Marta tenía 17 años, hacía 11 meses que los había cumplido, 1 mes la separaba, un único mes la separaba de su libertad.
Estaba buscando trabajo, todo lo que había encontrado no le servía, el plan era encontrar un trabajo de fin de semana donde le pagara algo con lo que ayudar a su madre. Llevaban tiempo planeándolo, su madre ya tenía apalabrado un trabajo de dependienta en una tienda. Mientras pensaba esto, salió de su casa, se dirigió al bar donde se reunía con sus amigos, casi su familia. Entró y saludó a la gente, con una falsa sonrisa como si todo fuese bien tan perfeccionada. Pidió algo de beber y se mezcló con el ambiente.
Esa misma mañana, Santi llegó a clase, estaba preocupado, Marta, su mejor amiga, no había ido a clase y tenía el móvil desconectado. Suponía que iría al bar y ahí le preguntaría, aunque la ultima vez no sacó nada en claro, más bien frases bordes y cortantes.
Salió de casa vestía unos vaqueros, con una camiseta y una camisa por encima, antes de salir, se acordó de coger la gabardina.
Entró en el bar y la vio bailando con una copa en la mano, ella le sonrió al verle y se acercó para abrazarle, Podía ver esa chica de metro setenta, pelo castaño en dos coletas que le caían por el escote del top y eso ojos verdes, acercándose para abrazarle, ese nudo, ese nudo que siempre aparecía cuando la veía se hizo más fuerte, cuando fue a corresponder su abrazo, vio en la cara de ella una mueca de dolor, no dijo nada.
Durante la noche, Marta bailó mucho, y bebió aun más, acabó sensiblemente borracha y cansada, por fin tras sendos intentos, Santi consiguió que ella se sentase en un banco con él y se durmiese recostada sobre él, mientras jugueteaba distraídamente con su pelo.
La gente se iba marchando, y Santi la despertó, ella sobresaltada miró la hora, desesperada y casi con lagrimas en los ojos dijo:
-No puedo ir a casa, me van a matar.
-Tranquilizate pequeña, dijo el chico.
Poco a poco Santi consiguió tranquilizarla, pero estaba preocupado ,muy preocupado, pocas veces había visto esa expresión de terror y miedo en la cara de su mejor amiga, e intuía que no era producto del alcohol.
Decidió llevarla a su casa, sus padres estaba de viaje ella no quería que le cogiese del brazo como de costumbre, algo raro sucedía.
Llegaron a casa de Santi y subieron, ella se tumbó en la cama y se quedó dormida. Santi le fue a quitar la camisa para que durmiese más cómoda, dejándola solo con el top, se la quitó y se quedó horrorizado, dos mortatones surcaban sus brazos y las marcas de un cinturón se dibujaban en su espalda. Marta abrió los ojos, no estaba dormida, llorosa le dijo que no quería dormir sola que por favor durmiese con ella, se metió en la cama, la cogió en sus brazos cuidadosamente, ella se aferró a él como si estuviese a punto de caer por un precipicio y él fuera su única forma de salvarse. Él susurró:
- Tranquila, aquí estas a salvo, conmigo. Mientras nuevamente la acariciaba el pelo y la dedicaba pequeños y suaves besos en su cuello y cabeza, poco a poco se quedó dormida, y al final él por puro agotamiento durmió también.
A la mañana siguiente, Marta se despertó, abrió los ojos y vio que Santi dormía a su lado, se puso la camisa y le dejo una nota:
"Muchas gracias por todo, por favor no hagas preguntas". Antes de irse depositó un beso en su mejilla, conscientemente cerca de sus labios.
Al despertar, Santi vio la nota, al mirarse al espejo, vio la marca de carmín y sonrió tristemente, cuanto habría deseado estar despierto.
He vuelto a la actividad y es por ello posible que tenga un poco más abandonado el weblog, quiero pediros disculpas pero me he vuelto a enganchar a las clases, al consejo de la juventud, al partido y no le dedico a esto mucho tiempo.
A parte de todo ello me duele mucho una muela, :( no sé que me pasa ,si sigue así mucho tiempo inevitablemente tendré que ir a un dentista.
Y os dejo con otra historia asquerosa de estas mutantes, al parecer a una chica le estaban dando por el culo, y el chico eyaculó dentro. El semen tuvo efecto laxante y la chica pues... se cagó. El chico dandole mucho asco le potó encima, en el pelo. Espero que ninguno estuvieseis comiendo nada mientras leiais esto.
Bueno, mañana os pondré historias de un bar II, nos leemos el miercoles, probablemente con un post socialista